El alma se desnuda a través de nuestros ojos y de nuestros sentidos; y las palabras son elementos que revelan, cual ventana abierta al mundo, las historias íntimas de distintos personajes...
Los seres orquestamos una historia en el quehacer universal digna de ser contada, historias que pueden ser trágicas, tales como la niña a la que le sacan sus ojos para venderlos en el mercado negro, el hombre que regresa de entre los muertos para rehacer su vida, la mujer traicionada por un hombre cobarde, el indígena que escoje morir decapitado antes de perder su idiosincracia, el anciano que agoniza a la sombra de un árbol mientras proclama que no se arrepiente de nada, y muchas historias más...
Abierta pues la ventana del alma, sean bienvenidos...